¡Feliz año!

martes, 31 de diciembre de 2013

¡Saludos!


Pues nada, una entrada rápida para desearles un feliz inicio en este 2014 ;)

Reto NaNoWriMo

jueves, 31 de octubre de 2013

Hace apenas una semana me enteré de una propuesta interesante para llevar a cabo este mes de noviembre. Se trata del reto "NaNoWrimo", o reto del "National Novel Writing Month", cuya meta es escribir entre el 01/11 al 30/11 una novela de ficción corta de 50.000 palabras.
   
http://nanowrimo.org/

Así es, 50.000 palabras en apenas 1 mes. No sé en qué tipo de locura me estaré metiendo al aceptar el reto, pero ya en 1 hora termina octubre. Así pues, estoy preparándome en estos momentos para comenzar a escribir... y escribir... y escribir, hasta la saciedad, o hasta que complete el reto. Lo que sea que suceda primero.

Casualmente, desde principios de este mes, una idea para una historia vino a mi mente, después de ver una mini-maratón de documentales sobre norcorea... y digo casualmente, porque comencé a estructurar poco a poco una pequeña narrativa alrededor del concepto que concebí. Casi que puedo decir que al enterarme del reto NaNoWriMo, encontré el pretexto perfecto para transformar mi idea en algo más tangible, por lo que ahora me dispongo a dar rienda suelta a mi creatividad, e iniciar algo que si bien muchas veces me propuse hacer, nunca pensé terminar haciendo: esto es, escribir una novela corta.

¿Nervios? ¡Sí! ¿Ansiedad? ¡Sí! ¿Miedo? ¡Obviamente! Pero no tengo nada que perder :D Además, ya tengo medianamente organizado el orden en el que irá la trama de la historia. ¡Já! Sin saberlo, terminé haciendo el trabajo previo necesario para asumir el reto NaNoWriMo.

Pero bueno, ya veremos cómo se desarrolla todo. Por el momento, me quedo con unas bonitas palabras de Toni Morrison, premio nobel de literatura, que tuve la fortuna de leer en uno de los mejores cursos que he tomado en la universidad: "If there's a book you really want to read, but it hasn't been written yet, then you must write it."

Creo que publicaré una que otra entrada con mis avances, o al menos, con comentarios respecto a mi experiencia nanowrimística. ¡Hasta entonces!

Un escapulario...

sábado, 4 de mayo de 2013

Siempre he creído que en medio de nuestra rutina diaria, se nos muestran pequeños mensajes o señales, los cuales muchas veces ignoramos, pero que de igual forma estaban allí en frente de nosotros para comunicarnos algo.

Ayer, cuando mi padre y yo nos disponíamos a subir al carro para salir a la oficina, un pequeño detalle sobre el techo del vehículo llamó mi atención: alguien había puesto allí un escapulario. Al tomarlo en mis manos, pude notar que se encontraba en perfecto estado; era casi nuevo. Habría sido un suceso sin mayor relevancia, de no ser porque en nuestro edificio nadie se pasea por el garaje, y junto a nuestra bahía de parqueo no hay ningún carro ya que la vecina del 6to piso rara vez visita el edificio. 

El portero de turno no mencionó nada al respecto, y tampoco mencionó nada la señora que hace el aseo en los pasillos. El escapulario simplemente apareció allí, sin ninguna razón aparente, y sin ser de nadie. Lo curioso es que el día resultó ser más caótico que de costumbre, y la gente en la ciudad se mostró excesivamente beligerante y agresiva. ¿Querría alguien que tuviésemos especial cuidado en nuestra jornada? Y de ser así, ¿quién?

En definitiva, ese escapulario pareció ser un mensaje, aunque desconozco completamente su emisario.

ESPN me da miedo...

domingo, 28 de abril de 2013

Hoy, mientras tomaba mi almuerzo dos horas después de que lo hubiesen hecho mis padres, me percaté de algo curioso. Mi padre -quien dormitaba en el sofá- había dejado el televisor de la sala en un canal deportivo. Creo que era ESPN latino, en donde pasan hasta la saciedad un programa llamado SportsCenter. No sé si fue por haberme levantado tras una sesión de lectura (he estado disfrutando de los libros de Coelho últimamente), o si porque hoy amanecí ligeramente más sensible, pero de una u otra forma quedé horrorizada mientras intentaba digerir una presa de pollo. Ese méndigo canal pasó en intervalos de menos de cinco minutos los mismo comerciales, las mismas retahílas publicitarias, las mismas imágenes, no una... ni dos... ¡sino seis veces! Es probable que hayan sido más, pero terminé mi comida rápidamente ante tanto horror, para luego levantarme y huir de la nefasta influencia que esa transmisión quería ejercer sobre mí.

La cuestión me pareció preocupante. En menos de 20 minutos, vi la cara de Messi promocionando el champú Head&Shoulders más veces de las que he visto mi propia cara en el espejo hoy, escuché más beneficios sobre la tecnología avanzada que usan las rasuradoras Gillette Match Algo que lo que he escuchado sobre cualquier debate político en los últimos días, y me estresé viendo que dicha cadena televisiva piensa que sus televidentes (que se da por entendido han de ser hombres heterosexuales con poder adquisitivo, así la realidad diste de ello) sufren de algún síndrome de falta de atención al restregarles en el rostro una y otra vez la misma carreta barata que al leerla entre líneas sugiere algo como "eres un incompetente incapaz de entender mensajes complejos, así pues, te repetimos mediante un bombardeo violento de publicidad todo lo que creemos necesitas memorizar para que aprendas a ser un hombre de verdad". *respiro*.

Tantas emociones chocantes en tan poco tiempo... y yo que lo único que quería era almorzar en paz. La terrible experiencia de hoy me dejó un mal sabor de boca (aunque quizás eso se debiera a que sin querer me comí un trozo de víscera atrapado en el costillar del pollo que fue mi cena), y me recordó dos cosas: por qué no veo televisión, y por qué mucho menos me interesan los canales deportivos. No es por repetir un discurso que está más quemado que los habitantes de Pompeya (¿mencioné algo sobre mi usual humor políticamente incorrecto?), pero la televisión no sólo no resulta beneficiosa, sino que ya y de forma descarada moldea las mentes de quienes la ven mediante sencillos métodos de "programación mental". Habrase visto, ya no es el ser humano quien programa la máquina, sino la máquina que programa al ser humano... y no quiero ni meterme con la radio, el periódico o el internet, que esos ya son temas que van para largo...

Unas cuantas palabras...

Últimamente he estado contemplando la idea de comenzar a escribir, pero no a un nivel profesional o excesivamente académico. Simplemente escribir, ideas, opiniones, cosas sencillas. De ahí el surgimiento de este nuevo blog, que por efectos prácticos he decidido llamar "El Segundo Blog de Thredith". Considero esta nueva bitácora un espacio experimental, en el cual espero divertirme con las palabras, y por qué no, animarme a confiar más en ellas. Así pues, les doy la bienvenida a todos y todas quienes se interesen en leer, para que se sientan como en casa, y si lo desean, se unan a la conversación, porque más que entradas, publicaré eso: charlas y conversaciones que tengo constantemente conmigo misma, y que mediante su desarrollo en pequeños fragmentos o creaciones textuales, espero puedan manifestarse de mejor forma.

Que no se les haga raro -así como a mí no se me hace raro ya- que las conversaciones tomen rumbos imprevistos, o mencionen cosas aleatorias. Pienso que todo en el mundo está conectado, y que las ideas más azarosas tienen de igual forma una delicada relación entre sí.

Bien, creo que esto basta a modo de introducción. Y también creo que esta oración a modo de conclusión queda bastante pobre... pero creo que es porque siempre tengo líos con las conclusiones...

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